En el panorama de constante evolución de la gestión de datos, ha surgido un nuevo concepto que promete revolucionar la forma en que las organizaciones gestionan sus activos de datos. Conocido como "Data Mesh", este innovador enfoque ofrece una forma descentralizada y colaborativa de compartir, acceder y gestionar datos analíticos.
Puede que el término en español "malla de datos" esté en boca de algunos expertos del sector, pero ¿qué es exactamente? En esencia, una malla de datos es un marco descentralizado y sociotécnico que pretende resolver los retos que plantea la gestión de entornos de datos complejos y a gran escala. Zhamak Dehghani, fundador del concepto de Data Mesh o Malla de Datos, lo describe como una forma de compartir, acceder y gestionar datos analíticos entre organizaciones, fomentando la colaboración y la eficiencia.
Para comprender mejor la importancia de Data Mesh, consideremos primero las etapas tradicionales de la gestión de datos en las organizaciones. La evolución comienza con un equipo de datos centralizado, pero a medida que crece la complejidad de los datos, la alineación de los equipos de datos con dominios empresariales específicos se vuelve crucial. Este cambio reduce los cuellos de botella, mejora la colaboración entre expertos de dominio e introduce modelos de datos de autoservicio adaptados a demandas únicas.
El éxito de una malla de datos depende de cuatro principios clave: propiedad del dominio, tratamiento de los datos como un producto, plataformas de datos de autoservicio y gobierno informático federado.
Al otorgar a cada dominio la responsabilidad de diseñar, construir y gestionar los productos de datos, las organizaciones garantizan la responsabilidad y la precisión.
Tratar los datos como un producto garantiza resultados significativos y valiosos, mientras que las plataformas de autoservicio permiten a los equipos crear y compartir productos de datos de forma autónoma.
La malla de datos no es una solución universal. Prospera en grandes organizaciones empresariales con necesidades complejas de gestión de datos, múltiples dominios de negocio y un entorno de datos maduro. Las organizaciones que luchan contra los cuellos de botella y las ineficiencias debidas a los equipos de datos centralizados pueden obtener importantes beneficios si adoptan el enfoque de malla de datos.
La implantación de un Data Mesh requiere un enfoque descendente basado en la estrategia de datos global de la organización. Definir los dominios de negocio, identificar los casos de uso y adherirse a ocho principios de diseño de productos de datos son pasos cruciales. El objetivo es interconectar los productos de datos y crear un entorno que fomente la colaboración y la escalabilidad.
Implantar un Data Mesh es un compromiso que abarca múltiples fases. La fase Explorar marca el inicio, seguida de la fase Expandir, en la que los equipos más amplios de la organización empiezan a publicar sus productos en Data Mesh. Por último, la fase de ampliación mejora las capacidades y añade continuamente valor a los consumidores de datos.
El concepto de malla de datos está remodelando la forma en que las organizaciones gestionan y aprovechan sus activos de datos. Al adoptar un enfoque descentralizado y colaborativo, las empresas pueden acabar con los cuellos de botella, potenciar a los expertos en la materia y mejorar el valor derivado de sus datos. A medida que la tecnología sigue avanzando, el enfoque de malla de datos ofrece una visión prometedora para el futuro de la gestión de datos, permitiendo a las organizaciones prosperar en la era impulsada por los datos.