¿Qué es lo que hace que Iron Man sea uno de los mejores superhéroes de todos los tiempos? ¿Es su traje? ¿Su carisma? ¿Su inteligencia? La realidad es que no podríamos elegir una única cosa, es la combinación de todas ellas la que convierten a Tony Stark en alguien tan especial.
Por si no lo recuerdas, Iron Man no tiene superpoderes como tal, es un ser humano, empresario, ingeniero y científico brillante que es capaz de diseñar y construir sus propias armaduras avanzadas utilizando datos y análisis para tomar decisiones informadas. Como empresario, es capaz de liderar y dirigir su empresa, Stark Industries, utilizando su inteligencia y experiencia técnica y de negocios para actuar de forma efectiva. Y no nos olvidemos, también es un gran héroe con aptitudes de combate y estrategia en situaciones de peligro.
A medida que la historia avanza, Tony Stark también demuestra que tiene habilidades como líder en el campo de batalla, tomando decisiones rápidas y eficientes para derrotar a sus enemigos. Él es capaz de entender tanto el lado técnico y tecnológico como el humano de las situaciones, lo que lo convierte en un personaje muy completo y equilibrado.
¿Por qué te contamos esto? La tendencia actual de las empresas es buscar gente como Iron Man en sus equipos: perfiles híbridos que combinen tanto esa parte de negocio como la parte más técnica y tecnológica. Hay una gran necesidad en el mercado de encontrar este tipo de héroes que son efectivos en ambos mundos para optimizar sus decisiones. Pero ¿qué son exactamente estos perfiles híbridos? ¿cuáles son sus “superpoderes”?
No es ninguna novedad que el 2020 fue un año determinante para todos, pero si hay una cosa que definitivamente llegó para quedarse fue la digitalización. Lo que antes era un proceso selectivo y gradual, ahora ya no es una alternativa, se ha vuelto una necesidad.
En este contexto, el uso de los datos se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar los modelos de negocio y fortalecer las relaciones con los clientes. Nos encontramos en un punto en el que las organizaciones pasan de ser rígidas a tener el desafío constante de convertirse en ágiles y dinámicas. Los datos muestran comportamientos, reflejan tendencias, detectan oportunidades y sustentan historias y es necesario hacer uso de ellos para marcar la diferencia ante esta competitividad feroz.
Sin embargo, ante esta nueva realidad surge una problemática importante: la cantidad de datos disponibles es cada vez mayor y son activos complejos, difíciles de gestionar y analizar de manera efectiva si no se tiene la madurez analítica y los recursos necesarios. Además, la naturaleza original de las empresas suele ser tener los datos en silos o sistemas legacy, lo que dificulta aún más el poder sacarles provecho. Y a esto hay que sumarle el factor más crítico: la dificultad en el cambio cultural de las empresas, hacia una mentalidad Data Driven que incluya a todas las personas.
Uno de los mayores obstáculos para implementar soluciones basadas en datos es que las personas no las utilizan, ya sea porque desconocen cómo hacerlo, porque no satisfacen sus necesidades, porque están acostumbrados a sus dinámicas de siempre o incluso porque les da miedo. No todos los departamentos de una misma empresa tienen el mismo conocimiento tecnológico para interpretar los datos y esto, puede provocar problemas comunicativos entre diferentes equipos, afectando a la estrategia, operativa o incluso al día a día de la compañía. Por esta razón, es fundamental invertir tiempo y recursos en acercar los datos a aquellos que los utilizarán al momento de diseñar una estrategia Data Driven.
Es justo en este punto donde aparecen los perfiles híbridos: aquellos profesionales que actúan como puente entre las áreas más orientadas al negocio y aquellas de naturaleza más técnica con el objetivo de mejorar la interlocución entre ellas y ayudar a que trabajen juntos hacia un objetivo común. Estos usuarios son capaces de entender tanto los procesos de negocio como las herramientas y tecnologías necesarias para su gestión, además de identificar los problemas en los datos y proponer soluciones prácticas para resolverlos.
Los perfiles híbridos son una clara tendencia en el mercado, ya que como hemos visto, muchas empresas siguen teniendo sistemas legacy o los datos en silos, sin existir una sinergia y una conversación entre la parte de negocio y la parte de data. Así que son especialmente relevantes en ese momento de implementar nuevas tecnologías o desarrollar proyectos de datos para facilitar esa transición y asegurarse de que todos están cómodos con los cambios que se están produciendo. Se encuentran en el corazón de una estrategia de datos exitosa porque se encargan de traducir las problemáticas de negocio en problemáticas de datos y los acercan a más personas dentro de la empresa.
Como todo héroe, estos usuarios tienen ciertas habilidades que les hacen ser realmente poderosos y potenciar el valor del dato. Vamos a recopilarlas:
Crear puentes entre las áreas y participantes de un proyecto: traducen esas necesidades y problemáticas de negocio en soluciones analíticas. Sabemos de sobra que la mayoría de las veces el lenguaje de negocio no es el mismo que el lenguaje técnico, pero ellos, al tener ese doble filo, pueden asociarlos y comunicarlos correctamente.
Son curiosos:son capaces de hacer las preguntas correctas a las personas y a los datos para descubrir detalles importantes que quizás no son tan evidentes a simple vista. A través de esta mentalidad y curiosidad orientada a los detalles, pueden garantizar que se mantengan los objetivos estratégicos en mente mientras se explora el conjunto de datos.
Potenciar el uso de la tecnología: hay que entender que la tecnología no es el fin en sí misma, sino un medio para lograr objetivos empresariales. Estos profesionales deben ser capaces de utilizarla de manera efectiva para crear soluciones o productos de datos que generen valor.
El arte del storytelling con datos: la habilidad de comunicar con datos es crucial. Estos perfiles híbridos deben ser capaces de entender el contexto en el que se presentan los datos, utilizar las herramientas de visualización adecuadas y contar historias convincentes para demostrar el valor que se ha generado a través del análisis de datos y la capacidad de monetización que se puede obtener. Contar historias con datos implica la habilidad de comunicar de manera efectiva lo que puede ser complejo de entender para el público en general. Todo ello, sin perder la relevancia y la capacidad de hacer que la historia sea emotiva y fácil de entender sin desvirtuar y dejar de lado la precisión y la rigurosidad de los datos.
Saben escuchar: son ellos los que deben sentarse junto al cliente, conocer y profundizar en las preguntas de negocio y entender sus necesidades, para luego integrarse con el equipo de desarrollo y crear una solución que cumpla con las expectativas del cliente.
Transformación cultural y digital: deben desempeñar un papel importante en la transformación de la organización, que no son únicamente digitales sino también culturales. Estos usuarios son grandes aliados para ayudar a las empresas a adaptarse a los cambios en los datos y en la tecnología y a utilizar esta información para impulsar el crecimiento, la innovación y la adaptación.
Datos + creatividad: estos usuarios pueden ser originalmente científicos, ingenieros, analistas o arquitectos de datos, aunque no es un requisito fundamental el tener esos conocimientos de programación, estadística, matemáticas o ingeniería analítica. Lo que si que es una condición esencial es esa habilidad de combinar la experiencia técnica de los ingenieros de datos, arquitectos de solución, visualizadores y científicos de datos con la capacidad de creatividad analítica y la mirada holística del cliente.
Esta necesidad de perfiles híbridos ha estado desde hace tiempo en las empresas: se llamaban “traductores” y se encargaban de traducir todo lo que decía IT a negocio en el mismo idioma. Ahora se ha ido un paso más allá: que esos usuarios participen activamente en las iniciativas de productos de datos que se desarrollen. Estos roles híbridos ayudan en toda la cadena y proceso del dato y aseguran que los datos son realmente coherentes, ya que, al conocer bien el flujo de negocio y ciertos conocimientos de data, puede implantar, verificar y monitorizar la correcta utilización del dato.
Hay que entender que es clave que haya este mix de perfiles técnicos y funcionales a lo largo de toda la empresa. Sin embargo, son roles que no existen como tal y no se pueden buscar en el mercado. No puedes entrar en LinkedIn y buscar candidaturas como estas porque sencillamente, no las hay. Las empresas que quieran crecer de forma moderna tienen que crear estos perfiles desde cero, detectar ese talento, encontrar personas que tienen un interés por ambos mundos y formarlos y acompañarlos constantemente. No es una tarea nada fácil.
Existen ciertos programas para captar nuevos perfiles con los que se intenta solventar y desarrollar las necesidades vayan surgiendo. Son programas de movimiento horizontal a lo largo de toda la empresa de manera que se pueda tener un conocimiento real de donde empieza el mundo del dato y donde acaba. Estas formaciones salen desde el área de Analytics, un área transversal, donde se crean ciertos roles desde los más conocidos como los Data Owner o Data Steward que ayudan a asegurar la calidad del dato hasta otros perfiles, como el Business Analyst, un rol que ayuda a entender las necesidades de los clientes y traducirlas en requisitos funcionales y técnicos que los equipos de desarrollo puedan comprender y utilizar.
Además de esos programas, también existen los llamados “fusion teams” en los que se reúnen usuarios técnicos y de negocio, se plantea un objetivo común y tienen que focalizarse en él y trabajar en equipo. Estos grupos mixtos ayudan mucho a detectar y crear esos roles híbridos y el impacto que tiene en la organización es inmenso. Este tipo de usuarios suelen ser perfiles jóvenes, más junior y cuando se inician en este recorrido es pertinente juntarles con equipos con más historia y con más éxitos, lo que ampliará significativamente su visión y generará mayor valor en la organización.
En todos los casos la formación es muy importante pero lo que realmente es fundamental que haya una gestión cultural y del cambio muy marcada y precisa, en la que no solo se trate de una simple instrucción si no también de un acompañamiento constante a todos los usuarios, en la que haya un entendimiento y un objetivo claro. Al trabajar todos hacia un mismo proyecto común, se les fuerza a que exista una unión cultural entre un mundo más técnico y otro más de negocio y es en ese punto, donde surgen esos “superhéroes” híbridos con una doble visión que abarca mucho más y que te van a ayudar a ser más eficiente.
En definitiva, la construcción de un futuro basado en datos requiere de un talento heterogéneo en capacidades cuantitativas, cualitativas y técnicas, por ello, los perfiles híbridos están en boca de todos y suponen tanto “hype” para las empresas. Sin embargo, como hemos visto, estos profesionales no existen en el mercado, es necesario crearlos desde cero y detectar a esas personas con ese doble talento. Pero para que realmente generen ese impacto tan significativo, es necesario que las empresas se focalicen en hacer una correcta gestión cultural y, sobre todo, formarles y acompañarlos constantemente. Solo así se podrán generar verdaderos “Iron Man” de los negocios.