En el mundo de los datos, existe una regla que todo el mundo conoce: el 80% del tiempo y esfuerzo de un proyecto se utiliza para obtener y preparar los datos, mientras que solo el 20% se emplea en su análisis, explotación y visualización.
Menudo rollo… pensarás. Pues sí. La preparación de datos es a menudo considerada como la etapa menos glamurosa del Data Journey, sin embargo, es un proceso esencial y vital, por no decir el más importante. Es el arte de convertir el caos en conocimiento, el paso necesario para descubrir las verdades ocultas que se esconden bajo la superficie de los datos en bruto.